Sábado por la noche y las luces de los flashes no
dejaban de iluminar el salón principal a tantas bellas modelos. Era la cena de
gala por el aniversario de una de las revistas de moda más importantes de
Latinoamérica. Christina, como coordinadora corporativa de eventos andaba de un
lado a otro sin darse un solo respiro.
Chris siempre andaba en competencia con las
demás modelos de la revista, y para estar según ella a la “altura”, decidió
hacerse una lipoescultura, ya que deseaba no tener un solo gramo de grasa en el
cuerpo.
Muy contenta consigo misma solicitó un mes completo
de vacaciones para someterse a la operación. No dijo nada a nadie y se entregó
completamente en manos de un cirujano recomendado.
Meses después los compañeros de trabajo de
Christina aún lloran su partida. Ella tuvo una reacción inesperada y poco usual
a la anestesia, la cual fue fulminante para su vida.
La lipoescultura es una de las prácticas invasivas más comunes de lo que creemos en nuestros días. Pero así como las operaciones quirúrjicas para mejorar la estética (aumento de busto, aumento de glúteos, rinoplastia, entre otros), hay otras prácticas que muchas mujeres las realizan sin medir las consecuencias, con tal de estar más bellas. Me refiero a los desórdenes alimenticios.
Un trastorno alimenticio común en la actualidad es la anorexia. Esta práctica consiste en la abstinencia total de los alimentos las 24 horas del día. Las personas que lo padecen suelen tomar mucha agua, usar ropa ligera para esconder los "rollos" del cuerpo. También sufren de pérdida del cabello, las uñas se les rompen constantemente y suelen tener mucho sueño por lo débil que se encuentran.
Otro trastorno alimenticio más común de lo que pensamos es la bulimia. Este desorden consiste en alimentarse siempre, públicamente o no, y comer en cantidades muchas veces exageradas para posteriormente provocarse el vómito, con lo cual se elimina todo alimento que haya sido ingerido. Las consecuencias al igual que con la anorexia pueden ser fatales, ya que se dañan muchos órganos internos, pero muchas mujeres no lo saben o no quieren saberlo
Todas las prácticas y desórdenes alimenticios narrados anteriormente no son más que algunos ejemplos de lo que una mujer puede llegar a hacer con tal de verse, según ellas, más hermosa. Pero estos no son más que ejemplos de suicidios de manera lenta. Hay otras mujeres que no alargan la espera y deciden quitarse la vida ingiriendo pastillas, veneno o cualquier insumo que les haga daño, porque sienten que ya no pueden más, que simplemente la batalla la han perdido y que nunca podrán ser mejores. ¿Ya para qué luchar si soy fea?
¡Cuán importante es quererse a uno mismo! ¿Verdad?
Si estás pasando por un mal momento, si no te gusta alguna parte de tu cuerpo si crees que la moda es lo primordial y que tú no estás a “la altura”, si algo no te gusta de ti o sientes que hay algún inconveniente contigo misma, no pretendo que de la noche a la mañana leyendo este artículo cambies de parecer, porque eso no es así, pero sí pretendo que por lo menos pienses un poco y trates de reflexionar con lo que menciono, en cómo reaccionaría tu familia, tu enamorado, tu esposo, tus hijos, tus padres, tus mejores amigos si algo malo te pasara. Y si crees que lo que te está sucediendo ya se salió de control, busca ayuda profesional porque es de valientes ir al psicólogo, y de cobardes no enfrentar tus propios temores.
Ámate, quiérete tal y como eres. ¿Preocupada por alguna parte de tu cuerpo que no te agrade? ¡Hay mil trucos que se pueden llevar a cabo con la vestimenta para esconder lo que menos nos gusta y resaltar lo mejor que tenemos! Cuando gustes yo te ayudo, pero por favor nunca pienses en lo peor, todo tiene solución en esta vida. Y si alguna vez te encuentras en alguna situación difícil y no sabes que hacer, antes de llevar a cabo lo primero que se te viene a la mente repite siempre. ¡Yo me amo!
Besos,
Claudia
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