jueves, 12 de noviembre de 2015

El aseo personal

Verano del 2010, caía un sol intenso que casi quemaba la piel. Todos en la oficina con un nivel de concentración nulo, y es que el aire acondicionado se había malogrado en la época más calurosa del año. Esmeralda, la colaboradora más antigua en la empresa del área de limpieza andaba de un lado a otro en la oficina como de costumbre, pero ese día se le hizo tarde. El despertador no sonó y estaba más ajetreada que nunca por llegar tarde al trabajo. Se levantó con el tiempo justo, se vistió y salió de casa incluso sin desayunar. Conforme iban pasando las horas, Esmeralda iba interactuando con sus compañeros hasta que se empezó a sentir un ambiente cargado, con aromas no muy agradables alrededor de ella. Y lo peor del caso es que nadie le decía nada.


Dos semanas después de ese incidente, volvió a suceder, pero esta vez nadie quería acercarse a ella. Esmeralda se sintió mal, muy incómoda y poco tiempo después presentó su carta de renuncia. Nunca supo el verdadero motivo de por qué sus compañeros se alejaban de ella siempre.


El aseso personal es tan importante como la alimentación diaria. Es nuestra carta de presentación no solo en el ambiente laboral, sino con nuestros familiares directos, padres, hijos. Por ello, lo primero a tomar en cuenta es una buena ducha diaria. El bañarse desestresa, relaja y hace que te sientas bien, además que el contacto con el agua es súper fresco. Lo mejor es hacerlo al empezar tu día, pero si estás con ese terrible frío típico de invierno, sin querer salir de cama, descuida, cuando pongas la temperatura caliente en la ducha imagínate que seguirás abrigada en cama. Te sentirás mejor y lista para empezar tu día.


Otro punto importante que no se debe dejar pasar de lado es utilizar cremas diarias para el cutis, manos o codos. En general por la misma alimentación o rose con la ropa o con el mobiliario la piel tiende a resecarse, y peor aún si no tomamos agua. Una piel tersa siempre se verá fresca y joven.


Un punto que jamás deberá pasar desapercibido es la higiene bucal. Es fundamental cepillarse los dientes por lo menos 3 a 4 veces al día: al levantarnos, luego de desayunar, luego de almorzar y luego de cenar o al acostarnos.


Y podría seguir enumerando más y más ejemplos de todo lo que uno debe hacer para estar bien en el día a día en cuanto a higiene se refiere. La lista es innumerable, pero la actitud y ganas de hacerlo son muchas veces las que faltan. Que la flojera no te domine, no lo hagas por los demás o por el qué dirán, hazlo por ti misma para conservarte mejor. Recuerda, tu cuerpo te lo agradecerá eternamente.


Besos,

Claudia

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