martes, 30 de agosto de 2016

¡Va o no va!

Paula estaba lista, todo lo tenía bajo control. Y es que no podía ser mejor, el lunes era su primer día de trabajo en una de las firmas más prestigiosas de calzado de cuero, y qué mejor ir de compras para renovar su guardarropa, justo ahora que había bajado de peso y estaba lista para decirle al mundo quién era ella.

Según sus conocimientos de moda, decidió ir de blanco y negro, es decir mezclar una blusa blanca que denote ser impecable, tenacidad, y combinarla con una falda tubo oscura, ya que los colores oscuros son sinónimo de seriedad.


8:00am del primer lunes de enero, se abren ligeramente las puertas del ascensor y sale Paula, muy segura de sí misma, y saluda al GG de la empresa quien se encontraba justo en la recepción. Atónito él le da la mano (casi por inercia), pero no puede salir de su asombro. ¡Algo andaba mal! Tanto que ordenó inmediatamente que Paula se vaya a casa a cambiar o simplemente que no se molestara más en regresar. ¿Qué fue lo que pasó? 


No por el hecho de ser delgada quiere decir que uno va a poder usar toda la ropa que desee o que haya visto en las pasarelas y revistas para llevarlo al trabajo. Por más que sea el corte adecuado, por más esbelta que nos haga ver, hay un atuendo para cada ocasión y créanme, estar lo más ceñida posible en el ámbito laboral por más delgada que una sea ¡No va!

Entonces. ¿Es posible usar una falda estilo tubo para el ámbito laboral? Preferiría que no. Más adecuado es usar una falda semi ceñida, con una caída desde la cadera hacia abajo, o en línea recta. Para ello es muy importante la tela. Ya sabes ¡Lycra de ninguna manera! Puedes usar una falda de lino, seda, entre otros. Que tenga caída pero a la vez algo de rigidez. Recuerda, se trata de lucir tu inteligencia, no tu cuerpo. 



Otra buena alternativa es utilizar un vestido para el trabajo, por ejemplo de corte recto. Y si es de color gris ¡Mejor aún! El gris es uno de los colores más profesionales que puedas utilizar. ¡Compruébalo!


Un excelente truco, sobre todo si sabes que no te favorece la ropa en corte recto (si tienes caderas anchas o demasiado muslo) es utilizar ropa en corte A. Puedes lucir un vestido de color negro, con el clásico corte A que nunca pasará de moda. Es como tener un little black dress en el guardarropa. ¡Va!


Ahora bien, no debes confundir el corte y la tela. No porque hayas encontrado una falda con un excelente corte A, de una tela que tiene caída pero algo de rigidez la vas a usar para ir al trabajo si ésta tiene un estampado floral de colores pasteles. Pero me dirás ¿Acaso no llegó la primavera? Pues sí, aunque ¡No a tu trabajo! Un estampado floral es muy sweet, demasiado dulce como para utilizarlo en el trabajo, y menos si tienes una jefatura o aspiras a una. Ciertos cargos requieren ciertos sacrificios,  y si quieres mostrar firmeza y seriedad, esto no ayuda. ¡No va!


Ejemplos hay miles, y cuerpos también. Lo importante es identificar qué tipo de trabajo tienes, qué tipo de cuerpo tienes, cuál es tu estilo y sobretodo qué quieres proyectar. Me dirás ¡Pero las apariencias engañan! Es posible, pero la primera impresión muchas veces es la que cuenta, por la cual te dan o no ese trabajo en la entrevista que pasaste, la cual te ayuda o no a cerrar ese negocio que tanto anhelabas con esos inversionistas extranjeros, entre otros casos más.

Antes de usar lo primero que se te viene a la mente (por costumbre o no), has una pausa, reflexiona, busca ayuda profesional con una asesora de imagen, revisa tips en Internet. Con todo esto estarás más que lista y serás el mejor juez, quien determine si ¡Va o no va!

Besos, 

Claudia

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